Despertarme siendo tan feliz, siendo una versión mejorada de mi misma, derrochando energía, alegría, sonrisas...despertarme sabiendo que aún creyendo que estoy rozando la felicidad absoluta...mañana seré aún más feliz...no tiene precio. Saber que esto es sólo el principio de sensaciones sin fin...y tener la certeza absoluta de que existimos como un nosotros por el resto de nuestros días...sin miedo al resto, a como sucederán las cosas, a cómo conseguiremos que todo fluya y que nuestros planes sean cada vez más reales...es una sensación de paz absoluta, de saber que existías, que estabas en algún lugar...que sólo estábamos dando vueltas en círculos...pero justo que en el centro, encontramos nuestro centro del universo, en un km paralelo a este mundo, donde nos miramos, nos acercamos, nos cogimos de la mano y empezamos a viajar por nuestro paraíso particular... donde los días son el cuadro perfecto para enmarcar nuestros sentimientos...donde pensarte es tan bonito como respirar. Te quiero 88.
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